14.10.09

En casa de nuevo ...

Ni bien arribados al hawaicama, escorados junto al trago rosicler de butiá y sandías, Sérgico me alcanza una cita en la bandeja de vinilo: "La rueda de las formas, girando con lentitud alucinada, en el hechizo del tiempo paradisíaco".
La cita es del paisaje, y sin embargo sé de dónde la lee. En coro con el vagido de la orilla Lume le grita a Vio y le responde un fumarel en una pata: su laberinto de Chartres es toda la orilla que sin embargo es nuestro maizal.
Comerciando especias le devuelvo una cita del hábitat al fumapipas de Sérgico: "La transformación de la oscuridad en espiral, de la espiral en círculo, del círculo, al romperse, en playa infinita o en bosque total".
Me estiro sobre la arena hasta la sandía para lamer las feculencias de las semillas, obsequiadas sin esfuerzo por un angelo mediodial, sismo vasculoso de su penacho del que ordeñamos nuestras frases.
"Esta lactación ya es una ladronía", le roba su siguiente pila Sérgico mientras otea con ganas, lo sé, la escoba que empuña Vio, tratando de hacer entrar en un solo agujerito sobre el suelo de la tapera, del tamaño de una pulga ejercitando abdominales, toda la arena que el desierto le insufla a la madera, empezando cada mediodía por la que abunda entre las ojotas.
Esa tarea, cuando habla, es el toque de siesta de la bruja: truca la limpieza por la tarde empieza.
De a poco nos entregamos a la asación del maizal.

De Elébano Al Khadir para Martha-Fatir

2 comentarios:

  1. Anónimo25.10.09

    Chartres y arena, laberinto y maizal ...
    ¿hay alguien por aquí que haya pasado por Estrasburgo, en 1616?
    C

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  2. Anónimo25.10.09

    Tal vez ... si bien la Rosacruz hubiera estado estado mucho mejor con más Rosa y menos Cruz. A lo mejor la RosaPez sonaría más gnóstica y sin engañifas post-Doinel, más afro o medioriente, lo más lejos posible de la senil e histérica Imperatrix Europa.
    En cuanto a Chartres ... es un demencial homenaje sotto voce al 8 de la Gnosis del I.Ch.Th.Y.S. prenicénico, previo al pacto porno Roma-Iglesia, sobre el que Dick tan fino hilara.
    Ele Van

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