20.2.10

Tar.Tara.Zain + Backbrain Temple

Dejamos el no.velamiento de Zivo, un vitalicio de la EEVAV que colabora con naKh ab Ra en la novela Tar.Tara.Zain, textil que mereciera otras entradas en el blog, ya que proviene de celebradas estadías con la Raza de las Playas en la región de las dunas. Se roza aquí un encuentro cercano que no deja de pasar.

Ele-Van

(...)
Gracias a la roseta merovingia desde la que se fecundaron los rayos a medio camino, no sólo Makashana en su nube coagula una peluca, sino una cápsula adicional que aparece y se envía por contracciones uterinas, aparición delatada por unos chimangos que acriollan la postal. Mientras tanto la navícula, en su magisterio diplomático, se instala en el foco preciso –desenfocador–, que la adelgaza en la conjunción micro-macro entre cerebro y backbrain, en un punto autobjetivo de parición, al filo de esa clase de manifestaciones que se producen por una fina capa de cal Milagro. El aparatito se acerca desplegando una corriente de realidad hecha de la coincidencia entre la caverna ocular y la embriología de una mina eyectando pedrerías, la yuxtaposición de un punctum de vehículo con unos biofotones fisiológicos, en una serie de cambios de escala que no dejan de interferirse sobre el mismo hilo-rotor, allí donde se actualiza como soufflée o rueda. El efecto es idéntico al de esas medallitas que muestran su dibujo virtual al girar velozmente sobre sí mismas. El dibujo que aparece no es el que está inscripto de un lado u otro sino uno del tercer tipo: el que repara a los otros dos. Realidad que va en continuum con su irrealidad generando un reel sobre el que se sostiene y concreta la venida. Dándole tensión de cuerda a ese secreto a voces de la tensión de la cuerda, ignorando el cómo de la tecnología pero ejecutando el esto de la adivinación. En ese templar adviene el encuentro con el tercer tipo que los civiles desacreditan al manejar tan sólo B o A, y no BA ni AB y tanto menos ABBA.

Pues bien: allí va Tim AL, con sus dreadlocks de amianto, para recibir a la tripulación del aparato a media altura. Es un pequeño triángulo amarillo con aspecto de colchoneta, como una iod hebrea temblando en el aire por el calor de la corriente que la insufla. Tim está recibiendo a unas cabezas de alfiler haciéndole dedos. Se mueven articulando diversos hilos y cromaciones puntiformes. Las entidades aracneicas empalman a los nadis de Tim AL y a un tendón de Makashana: “Tomen a Nícola en el Point des Macandas”. Y eso es de lo poco que pudo anotarse en nuestro minicerebro abdominal, ya que el resto iba inervado a una experimentación de ingeniería gracias a la simbiosis de unos tejidos (o capa) que quedarían de allí en más como una aparatología anteniforme (en lo imponderal), que no veríamos más por tres años, aún cuando nos fumáramos todas las cacas del Go.

A modo de intercambio le ofrecemos a los puntiformes una pequeña canasta con los tesoros enteobotánicos de Gyula: la aceptan de buena gana pero escupen las cáscaras, consumiendo en el acto el fuego inseminado a las golosinas. Si se hubieran relamido hubiera sido menos elocuente que sus bisbiseos de goce y melodía. Una vez que parten en su vehículo recogemos las cáscaras expulsadas porque según Tim AL, siguiendo algunas de las sugestiones de Gyula, a nosotros nos toca tratarlas y digerirlas: las famosas limaduras de llave, a millas de Yahve.

3 comentarios:

  1. Anónimo10.3.10

    Pero cuánto "barzaj", hermano, ¿o es quete duchás con la Xvarnah?
    Salud!

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  2. Anónimo15.3.10

    Mi tío-abuelo, el del Corán vivo (recitado de memoria) había disertado sobre el "barzaj". ¿Hay fuentes?
    Anita

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  3. Anónimo17.3.10

    La Fuente es siempre el Khadir.
    Mientras tanto:
    "... un barzaj, es decir un intervalo o un intermedio entre dos universos, un intermundo ... en este barzaj, hay, en estado totalmente concreto, Cielos y Tierras ... Hurqalya es este intermundo por el que se transparentan las figuras aparienciales".
    Sarkar Aga

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